¿Qué es lo que más recuerda de sus primeros años como docente? ¿Cuáles fueron sus primeras impresiones al llegar a la escuela o plantel como figura directiva?

La etapa de inserción es una experiencia única que tiene un impacto profundo en cómo se construye el ser docente o director. Rememorar las primeras acciones en la función permite pensar esta etapa como una posibilidad de aprendizaje para toda la comunidad.

Durante nuestra trayectoria profesional, todos hemos llegado a una nueva función y, probablemente a una escuela diferente, con expectativas, incertidumbre e incluso temor. Sin embargo, en muchos casos, hemos encontrado a alguien que allanó el camino y nos ayudó a dar pasos más firmes.

Mejorar la incorporación de nuevos docentes y directores implica reconocer a todas y todos como profesionales de la educación desde el momento en que reciben el nombramiento y admitir que no se insertan solos por lo que es preciso un proceso colectivo de recepción intencionada a través de acciones pensadas desde la comunidad escolar que favorezcan la integración de los nuevos integrantes.

Cuando la inserción de figuras educativas se acompaña de manera colectiva en las escuelas se fortalece a las comunidades escolares, ya que contribuye a:

• Aprovechar la vitalidad, iniciativa y perspectivas de los nuevos docentes.
• Poner en diálogo saberes y conocimientos de los colectivos docentes, con base en el intercambio entre las generaciones de profesionales que los construyen.
• Promover el trabajo colaborativo entre los integrantes de la comunidad.
• Favorecer la socialización y la incorporación de los docentes a la cultura escolar.

¿Qué pueden hacer en la escuela o plantel para mejorar la inserción de nuevas figuras educativas? ¿Cómo puede contribuir desde su función en el proceso de incorporación de nuevos docentes o directores?