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El cambio en la educación no puede lograrse mediante esfuerzos individuales y aislados. La colaboración y el trabajo en comunidad son condiciones fundamentales para impulsar la mejora educativa y fortalecer la práctica docente y directiva. Aquellos que forman parte de esta comunidad, ya sean directivos, docentes, estudiantes, padres de familia u otros agentes del entorno local al que pertenece la escuela o plantel, tienen la responsabilidad de comprometerse con el logro de sus propósitos educativos.

 

Aunque la colaboración y la participación han sido elementos considerados durante mucho tiempo en el ámbito del aula y la escuela, el concepto de trabajo en comunidad, según se plantea en los currículos de educación básica y media superior, propone una integración más profunda. Se busca que el aprendizaje de los estudiantes y la práctica de docentes y directivos se articulen de manera coherente con el contexto local.

 

Trabajar desde y para la comunidad implica que los colectivos docentes:

 

  • Realicen una lectura de la realidad educativa, es decir, reconozcan las necesidades, intereses y problemas del entorno en el que está inscrita la escuela o plantel.
  • Contextualicen el currículo, diseñen y desarrollen actividades que articulen el currículo nacional con las características de los estudiantes y las necesidades del entorno local.
  • Promuevan la formación de una ciudadanía democrática y trabajen de manera colaborativa para crear un ambiente que respete y celebre las diferencias, promoviendo la igualdad de oportunidades para todos.

 

¿Qué aspectos del entorno en el que se encuentra su escuela o plantel ha considerado en su práctica docente o directiva?