¿Cómo reconocer y aprovechar la diversidad en las prácticas de enseñanza en Educación Media Superior?

Mayo 29, 2024

La diversidad siempre está presente en las aulas y cobra particularidad en servicios educativos como Educación Media Superior a Distancia (EMSAD), Telebachilleratos Comunitarios (TBC), Telebachilleratos Estatales (TBE), Bachilleratos Interculturales (BI) y Bachilleratos Integrales Comunitarios (BIC), ubicados en zonas rurales con menos de 2 500 habitantes, en las que son frecuentes condiciones de vulnerabilidad familiar, social y económica.

Aunado a la heterogeneidad de las trayectorias escolares, intereses y motivaciones de los estudiantes de estos servicios educativos, las diferentes costumbres, tradiciones y lenguas que ahí se entrecruzan, hacen del aula un espacio que se caracteriza por una mayor diversidad. Esto supone retos para la práctica que los docentes expresan de la siguiente manera:

Aunado a los testimonios anteriores, se han documentado otros retos que los docentes de estos servicios educativos enfrentan en la cotidianidad:

• La diversidad se concibe como una desventaja que impide reconocerla, y aprovecharla en el aula, lo que implica prácticas de enseñanza que suponen que todos los estudiantes aprenden de la misma manera.
  
  

• La presión por “cubrir el programade estudios” motiva el desarrollo de estrategias didácticas uniformes que impiden recuperar la heterogeneidad de los estudiantes.
  
  

• Las diferencias lingüísticas y culturales se interpretan como barreras para el aprendizaje y no como condiciones que pueden enriquecer el desarrollo de estrategias didácticas.

De acuerdo con algunos especialistas, la diversidad es una condición humana que alude a características físicas e intelectuales de las estudiantes derivadas de su cultura, género, personalidad, condición socioeconómica, creencias, entre otras, que hacen que cada persona sea única y distinta. Es así como desde un enfoque inclusivo se propone que los docentes reconozcan las diferencias y barreras que enfrentan los estudiantes para su aprendizaje, con el fin de favorecer su participación plena en las actividades escolares (Rockwell y Rebolledo, 2016).

Desde esta perspectiva, los docentes pueden llevar a cabo distintas acciones en sus prácticas de enseñanza:

		Respetar la forma de ser y pertenecer. Los docentes requieren que el maestro conozca la trayectoria de cada estudiante para valorar sus características, intereses y necesidades. Para ello, pueden acercarse a su historia personal (Rockwell y Rebolledo, 2016) mediante la escritura de narrativas, el diálogo con ellos o sus familiares.
		Privilegiar la colaboración y diversificar la organización del grupo. El trabajo en equipo contribuye a generar el intercambio de experiencias y perspectivas entre los estudiantes, para construir un ambiente de respeto y solidaridad que fortalezca la construcción de aprendizajes y el reconocimiento de la identidad cultural del grupo.
		Desarrollar estrategias didácticas en las que el aprendizaje tenga relación con la vida cotidiana de los estudiantes. Ante el reto de cubrir el programa de estudios en cierto tiempo y para evitar que las prácticas de enseñanza sean uniformes y rígidas, se sugieren estrategias didácticas que retomen los intereses de los estudiantes y promuevan aprendizajes vinculados a sus experiencias. Entre estas se encuentra el diseño de proyectos integradores, la implementación de tutorías, el desarrollo de “tareas escalonadas” (Tomlinson, 2003 y 2005) o dicho de otra manera de actividades con diferentes niveles o grados de complejidad.
		Usar recursos y materiales diversos y accesibles para los estudiantes. Los materiales más sencillos pueden representar un gran apoyo para los estudiantes (Rockwell y Rebolledo, 2016, p. 206), en particular para aquellos que enfrentan alguna condición de discapacidad u otra barrera para su aprendizaje. En la actualidad, el uso de recursos tecnológicos, celulares y otros tales como historietas, sagas o mangas pueden contribuir a la generación de prácticas de enseñanza que se vinculen con su cotidianeidad, recuperen el uso de diferentes lenguajes y maneras de aprender.

El reconocimiento y el aprovechamiento de la diversidad en las prácticas de enseñanza son fundamentales para favorecer la formación integral de los estudiantes y garantizar el derecho a la educación de los jóvenes que cursan el bachillerato en estos servicios educativos.

¡Participa!

Acércate al área de formación continua de tu entidad federativa o del subsistema donde laboras y solicita información sobre las intervenciones formativas “Atender la diversidad en el aula: un reto para la práctica docente” e “Interdisciplinariedad e inclusión en la nueva cotidianeidad”.

Para saber más

Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación. Atender la diversidad en el aula: un reto para la práctica docente. https://www.mejoredu.gob.mx/images/programa-formacion-docente/docentesems/EMS_DocentesEMSAD_intervencion.pdf

Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (2023). Interdisciplinariedad e inclusión en la nueva cotidianeidad. https://www.mejoredu.gob.mx/images/programa-formacion-docente/docentesems/intervencion-interdisciplinariedad-docentes-servicio-ems.pdf

Cruz E. (2018). Prácticas docentes para atender la diversidad. Un estudio de caso en el nivel medio superior. Educando para educar 19(35). 13-26. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=7186590

Hernández, A. y Ainscow, M. (2018). Equidad e inclusión: retos y progresos de la escuela del siglo XXI. Revista RETOS XXI, 2(1), 15-22. https://www.researchgate.net/publication/330749808_Equidad_e_Inclusion_Retos_y_progresos_de_la_Escuela_del_sigo_XXI.

Rockwell E. y Rebolledo A. (2016). Yoltocah. Estrategias didácticas multigrado. México. Autores. ISBN 978-607-97459-0-5. https://yoltocah.mx/

Tomlinson, C. (2003). El aula diversificada. Octaedro. Secretaría de Educación Pública.

Tomlinson C. (2005). Estrategias para trabajar con la diversidad en el aula. Paidós.